En los últimos años, el Big Data se ha convertido en una herramienta poderosa en sectores como la industria, Pharma, Banca y Seguros, entre otros. En marketing, por ejemplo, se emplea para construir mensajes dirigidos a un público específico; mientras que en el campo de la salud se utiliza para predecir enfermedades y diseñar tratamientos personalizados; y en la gestión del tráfico de una ciudad para planificar rutas de transporte.

Para analizar el estado actual de los proyectos de gobernanza de datos, Innovation Tech Leaders organizó el pasado 19 de mayo un encuentro que reunió a destacados responsables de tecnología y datos. Algunas de las principales conclusiones fueron las siguientes:

En los proyectos que implican grandes volúmenes de datos es indispensables asignar roles i responsabilidades. De cada dato tiene que haber alguien responsable para que, llegado el momento, si desde negocio surge alguna duda sobre la obtención o el origen de un dato concreto, haya una persona capaz de explicarlo (origen, objetivo y orientación a negocio).

Poco a poco en más organizaciones se utilizan los proyectos de Data Quality y de Gobernanza de Datos para hacer un ‘upskilling’ de la gente de negocio y de los propios proyectos de datos para que se perciba como una gran oportunidad, no como un problema.

Los proyectos de datos son ‘poco sexys’, de modo que tenemos que ser capaces de involucrar a la gente, aprovechar proyectos con un alcance reducido, pero con impacto en el negocio para que la gente lo haga suyo, vea la parte positiva y se implique. Es muy importante tener claro que se podrán obtener resultados y asignar responsables que lo lideren (si son de negocio, mejor).

Los proyectos de gobernanza de datos son proyectos de fondo en los que, para avanzar correctamente, lo ideal es identificar casos de uso específicos (no un gran proyecto a medio o largo plazo) en el que podamos involucrar tanto a gente de negocio como de tecnología.

También se destacó la importancia de hacer un buen análisis (o consultoría) inicial antes de empezar cualquier proyecto de gobernanza de datos. De lo contrario, muchas empresas corren el riesgo de hacer una policy que después no se implementa por la incomprensión y el choque cultural con la realidad de la organización.

Cuando una compañía ya tiene cierto nivel de madurez y experiencia en proyectos de gobernanza de datos, una buena práctica es tener equipos distribuidos, de manera que las personas de producto preguntan a los stakeholders qué es lo que necesitan. A partir de aquí se realiza un business plan teórico para dar órdenes de magnitud para impulsar los proyectos de datos alineados con el negocio.